FOROS VIRTUALES
Entendemos el foro virtual como una herramienta de comunicación asíncrona que
permite el intercambio de mensajes entre los estudiantes y entre éstos y el profesor
respecto a un tema concreto, superando las limitaciones del tiempo y el espacio,
facilitando la lectura, el debate y la opinión, favorece el trabajo autónomo y grupal de los
estudiantes, la comunicación, el aprendizaje cooperativo y la cohesión del grupo.
Podemos definir el foro virtual como un espacio de comunicación formado por cuadros
de diálogo en los que se van incluyendo mensajes que pueden ir clasificados
temáticamente.
En estos espacios los usuarios, y en el caso que nos ocupa, foros educativos, los
alumnos pueden realizar nuevas aportaciones, aclarar otras, refutar las de los demás
participantes, etc., de una forma asincrónica, haciendo posible que las aportaciones y
mensajes de los usuarios permanezcan en el tiempo a disposición de los demás
participantes promoviendo el aprendizaje a través de varias formas de interacción
distribuidas en espacios y tiempos diferentes.
Una actividad bienvenida en estos espacios es el intercambio de trabajos intelectuales y
académicos entre pares, que facilita la colaboración y el aprendizaje, potenciando los
procesos de aprendizaje para llegar al conocimiento.
Papel del moderador en un foro virtual:
• Hacer cumplir ciertos mínimos de cortesía y educación.
• Capaz de regular las participaciones.
• Orientar las aportaciones con el fin de lograr los objetivos
• Reconducir el tema, si se pierde el horizonte.
• Organizar equipos si el tema y el tiempo lo permiten
• Dar a conocer las reglas y funciones que deberán asumir los participantes.
Para el cumplimiento de normas “no escritas” que regulen el comportamiento y
relaciones del grupo, se han de tener en cuenta los siguientes aspectos básicos:
• Respeto hacia todos los demás usuarios, y sus aportaciones.
• Revisar los contenidos de los demás y reflexionar con seriedad y rigurosidad los
propios.
Además de estas consideraciones, podemos añadir otras cuestiones relativas a las
aportaciones en sí mismas, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
• Que las aportaciones no sean muy largas.
• Que sean intensas y densas en cuanto a contenido.
• Caracterizadas por una exposición sencilla, clara y ordenada.
Las aplicaciones son infinitas, pues no solo podemos utilizar el foro como espacio o
herramienta de trabajo, sino que podemos y debemos complementarlo con el uso de
otros instrumentos de trabajo, buscando ampliar nuestros horizontes académicos, de
comunicación, de relación con otros colectivos, y buscando generar en los alumnos el
desarrollo de competencias, destrezas y habilidades que, por la forma de vida y las
exigencias que se están demandando a los actuales profesionales, necesitan dominar y
asimilar como una forma de trabajo generalizada y asimilada como la forma de trabajo
no ya futura, sino presente.
El éxito de un foro depende de:
• Realizar una contextualización clara del tema y los objetivos para que se facilite
el logro del mismo.
• Definir claramente tiempo de inicio y finalización y si es posible, estimar y dar a
conocer el tiempo que deberán emplear los participantes para desempeñarse
adecuadamente en él.
• Dar a conocer las reglas y funciones que deberán asumir los participantes,
cualquiera que sea su rol, ya como docente, estudiante o experto entre otros
roles.
LA MOTIVACIÓN Y PARTICIPACIÓN ACTIVA EN UN FORO
Para movilizar la participación de estos tres grupos, suele hablarse de generar
ambientes donde se propongan estímulos como recompensas significantes para el
participante, sobre la base de la entrega de trabajos exitosos. A esto se le llama
motivación extrínseca o reforzador anticipado, significativo para el participante, y que
aunque no necesariamente se relacione con el tema de discusión puede conducir a la
motivación intrínseca o relacionada con el tema de interés. Una buena pregunta para
llegar a este motivador puede ser: ¿Qué cosas, pueden ser significativas para los
participantes, independientemente del tema de discusión?.
La motivación intrínseca se genera llegando al campo de interés de los participantes
para hacer relevante y significante aquello que se desea debatir, proponiendo
ambientes que sean amigables, retadores, excitantes, generadores de conflictos
conceptuales o desequilibrios cognitivos, de modo tal que el participante se mueva en
busca del conocimiento. Para encontrar este motivador la pregunta puede ser la
siguiente: ¿Qué cosas pueden ser importantes para los participantes con relación al
tema de debate?.